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domingo, 21 de diciembre de 2014

¿Cuál es la visión verdadera?






Introducción

Nuestra manera de observar el interpretar el mundo es influenciada por diferentes factores a medida que crecemos como personas. Primero, la educación que recibimos en nuestros hogares se convierte en el órgano fundamental de muchas de nuestras perspectivas. Luego, la instrucción que recibimos en la escuela aporta grandes cambios a las mismas. Por último, nuestro entorno influye directa e indirectamente en nuestra manera de concebir e interpretar el mundo; es decir, en nuestra cosmovisión.
Para comenzar, es importante considerar que el término cosmovisión es un neologismo, que combina dos palabras: cosmos, del griego κόσμος, y visión, del latín visio. Y estas palabras traen a nuestra memoria dos pilares de la historia, Grecia y Roma.
Grecia y Roma nos dejaron muchos legados. Como por ejemplo, el arte, la filosofía, la educación, obras literarias, y entre muchos otros, la religión. En este último caso, tanto Roma como Grecia dieron su aporte a muchas de las religiones actuales, entre ellas, el cristianismo. 
 
Constantino fue una figura fundamental en la historia del cristianismo. Porque firmó el Edicto de Milán junto con Licinio (313), el cual instituía el cese de las persecuciones y la libertad de culto por parte de los creyentes de la época. Para algunos fue un portento, pero para otros el nacimiento de una nueva institución. Mas adelante, la Reforma se encargaría de desmentir algunas de las perspectivas de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Como consecuencia, nacerían los vástagos de dicha institución. Y con el tiempo, se acrecentarían diversas religiones, denominaciones y sectas. Pero, ¿cuál es la visión verdadera?
Este breve ensayo tiene como finalidad tratar de interpretar una vez más la historia, hacer un viaje que nos lleve a conocer los inicios de nuestra fe y algunas de las metamorfosis que ha sufrido a través del tiempo. Es una invitación a contemplar las enseñanzas de nuestros antepasados y a retornar a ellas. En pocas palabras, a ir más allá de una descaminada cosmovisión que inunda al mundo en el presente siglo.
I. El nacimiento de una nueva religión: Cristianismo
 
Es importante conocer de donde viene la palabra cristiano. Ésta palabra, viene del griego Χριστός, Christós, cuyo significado es ungido o Mesías. Y cuyos orígenes están en el hebreo, מָשִׁיחַ, Māšîaḥ. Y aunque estas palabras tienen el mismo significado, son usadas de forma diferente dependiendo de su contexto. 


Por una parte, encontramos al rabino de Nazaret, quien vino a este mundo a cumplir su misión; ungido no por hombres, sino por el Padre Eterno. Por medio de su mensaje dio a conocer la salvación del Eterno a las naciones. Y como dice la famosa frase hebrea, “todo es para bien,” entonces esto también es para bien y tanto judios como gentiles deberían reconocerlo. La salvación del Eterno se manifestó y se manifiesta entre los hombres a través de la Torah y el mensaje del rabino de Nazaret. Pero por otra parte, encontramos al mesías desdibujado que Roma nos ha presentado durante años, al Cristo que murió en una cruz, y cuya imagen ficticia se observa colgada en las cruces de sus iglesias. Quien además, no sólo tiene un representante en la tierra, a quien muchos llaman “papa,” sino también una sede en Roma, la cual ha cumplido a lo largo de la historia con una serie de funciones abrumadoras (Y a ésta institución, le debemos gran parte del desconocimiento actual de las Escrituras, su origen e historia). 

De esta manera, descubrimos a un mesías visto de dos formas diferentes. La primera, desde la perspectiva hebrea y la segunda, desde la perspectiva greco-romana. Pero en este punto vale la pena hacernos la siguiente pregunta: ¿quiénes fueron los primeros discípulos?
A.      Los primeros discípulos

Los primeros seguidores del Rabino de Nazaret eran hebreos. Entre ellos encontramos a Matisyahu, Ya’akov, Yohanan, entre otros. Por lo tanto, eran practicantes del judaísmo. Así que, asistían al Templo, cumplían con las ordenanzas judías, guardaban el Shabbat, día de reposo, y observaban las festividades que estableció el Eterno, Elohei Yisrael. Y de esto aparecen registros en Lucas 24:53, Hechos 2:46-47, Hechos 3:1, Hechos 5:12, 21, 42, Hechos 17:2, Hechos 22:17 y 19, entre otros. En fin, aparentemente los escritores del Nuevo Testamento fueron judíos, guardadores de la Torah, del día de reposo, y adoradores del único y sabio Elohei Yisarel. 


Pese a que habían muchos judíos que no aceptaban a Yeshúa como el Mesías en aquella época, había un gran grupo que sí lo hizo. Así que, aunque habían diferencias entre ambos grupos, ellos no cambiaron de religión, porque ambas agrupaciones creían en el único Elohei Yisrael. Además, la misión de ir y proclamar las buenas nuevas fue dada a un grupo de judíos, quienes debían haber propagado las enseñanzas del Eterno, ya que ellos eran los que conocían la Instrucción dada en el Monte Sinaí y albergaban la esperanza de un Mesías, el cual se manifestó entre ellos. Un Mesías que no sólo cumplió con los mandamientos, sino también ordenó que se les enseñara el camino a los perdidos. Es decir, a nosotros los gentiles, porque éramos nosotros los que estábamos sin instrucción y sin conocimiento del Padre y su ungido. 


Los judíos tenían la Escritura, la cual era y continua siendo una lámpara que ilumina nuestro camino; y era la Torah, la que era leída todos los sábados en las sinagogas. Y fue ésta la instrucción que enseñó el Rabino de Nazaret cuando estuvo en esta tierra, porque en aquellos días no había Nuevo Testamento.
Para continuar, Saúl, quien fue uno de los escritores del Nuevo Testamento, fue acusado de ser cabecilla de la secta de los nazarenos (Hechos 24:5). Y es quizás ésta la manera en la que fueron conocidos los seguidores de Yeshúa en el primer siglo, ya que él era de Nazaret. Aunque por otra parte, la Escritura dice que en Antioquia se les llamo “cristianos” por primera vez (Hechos 11:26). Según Paul Trebilco (2012), en su libro Self-designations and Group Identity in the New Testament, este grupo de judíos fue llamado así en Antioquia por los forasteros de aquella zona. 


Podemos inferir que el Nuevo Testamento que tenemos en nuestras manos es de origen hebreo, no sólo por sus escritores, sino también por su esencia, ya que está lleno de hebraísmos que solo pueden ser entendidos en contextos hebreos. Como por ejemplo, la expresión “carne y sangre” para referirse al ser humano. Según Jehoshua M. Grintz en Journal of Biblical Literature (1960), esta expresión es común en el hebreo mishnaico. 


En fin, aunque hay muchas controversias con respecto a los orígenes del Nuevo Testamento, no podemos negar que los primeros discípulos eran hebreos y la esencia del Nuevo Testamento también lo es. Y es quizás éste uno de los mayores inconvenientes que tenemos en la actualidad para comprender las Escrituras ya que no conocemos su trasfondo. En otras palabras, aunque el Nuevo Testamento esté lleno de hebraísmos, nuestra versión actual se observa desde un punto de vista helenista y romano. Por ejemplo, nos han hecho creer que “Jesús” nació el 25 de diciembre, día del festival del sol invicto, en un establo, mientras la realidad fue otra. Porque Yehoshua, nuestro Maestro, nació en medio de una de las celebraciones más importantes de Israel, Sukkot. Mejor conocida, para nosotros, como la fiesta de los Tabernáculos. Así que, por la concurrencia de gente, el Mesías nació en un pequeño tabernáculo, cuyo nombre en hebreo es Sukkah. Pero este es sólo un ejemplo de los cambios que trajo la institución romana, mejor conocida como Iglesia Católica Apostólica Romana. Y aquí observamos claramente, que la intención de los autores judíos no fue la de aquellos cuyos trasfondos eran helenísticos y romanos. Y no sería sino muchos siglos después que un hombre se atrevería a enfrentar a la gran institución por haber descubierto sólo algunas de sus mentiras.   


l        Los vástagos del Catolicismo

En el siglo XVI aparece un personaje que cambiaría la historia de la Iglesia Católica, Martin Lutero.  Como uno de los precursores de la Reforma, Martin le señaló a la institución católica algunos de sus errores.  Como por ejemplo, la famosa venta de indulgencias y la doctrina del purgatorio.
Al final, Lutero fue declarado hereje por la Iglesia Católica. Y en medio de muchas revueltas nació el protestantismo. Entre sus precursores también se encuentran Juan Calvino, Ulrico Zuinglio,  Jhon Wycliffe, entre otros. Y gracias a este movimiento reformista nacieron muchas de las denominaciones que conocemos en la actualidad.
1.     Denominaciones cristianas en la actualidad
Gracias a los precursores de la Reforma, la Iglesia Católica se dividió y los protestantes dejaron de venerar al ídolo de yeso que cuelga en sus cruces. Sin embargo, como consecuencia de esta división nacieron decenas de denominaciones con diversas perspectivas, doctrinas y visiones, entre ellas encontramos las siguientes:
· Luteranos
· Calvinistas
· Presbiterianos
· Mormones
· Metodistas
· Adventistas
· Testigos de Jehová
· Pentecostales
· Bautistas
· Anglicanos
· Evangélicos
· Reformados
· Congregacionalistas
· Ortodoxos
Estas son algunas de las denominaciones que existen actualmente. Entre ellas también hay subdivisiones. Y tratar de definirlas una por una, es una tarea ardua; pero todas tienen en común la creencia en el cristo desdibujado que creó la Iglesia Católica.
La visión que tenemos actualmente dista mucho de aquella que tenían los primeros creyentes. La visión de los piadosos primitivos se basaba en un libro judío, la Torah, el cual los católicos tomaron prestado y le agregaron el Nuevo Testamento. Así que, tenemos una Biblia compuesta por unos libros de origen hebreo y otros griegos, de los cuales nos han enseñado un punto de vista romano. Pero todo esto no termina aquí, porque en la actualidad sobran las visiones y las doctrinas en el mundo.
 
II.             Visiones del mundo

A lo largo de la historia, en muchas culturas, se ha observado la práctica de religiones paganas. Y en la actualidad, se continúa observando. Y aunque ya no aparecen Zeus, Artemisa, Venus o Saturno en el escenario, el neo-paganismo enfervoriza a muchos. 
 
Pero, ¿qué es la religión? La religión, en términos generales, es el “conjunto de dogmas, normas y prácticas relativas a una divinidad” (Word Reference, 2014). Y aunque existe un único Ser Supremo, actualmente hay un gran abanico de distintas creencias, y entre ellas encontramos las siguientes:
A.      
       Ateísmo

    La critica y la negación de un dios, caracteriza la forma de pensar del ateo (Merriam- Webster’s, 1999). 
B.   
            Gnosticismo

    Término acuñado por el protestante Henri More y usado para denigrar al catolicismo romano. Entre sus visiones enfatizan la salvación a través de la revelación esotérica y espiritualidad mística. Este término también es usado sin mucha precisión en psicología, estudios literarios,  arte, política, y filosofía (Merriam- Webster’s, 1999). 

C.   Budismo

    El Budismo fue fundado por Siddartha Gotama en el noreste de la India. Su enseñanza fue trasmitida oralmente por sus discípulos. Según los budistas, siguiendo el camino enseñando por  Buddha, el individuo puede disipar la ignorancia que perpetúa el sufrimiento  (Merriam- Webster’s, 1999). 
D.    
      Islamismo

    El término árabe islam, significa “rendirse,” por lo tanto los que creen en Allah, se rinden a la voluntad de Allah. Los islámicos observan a Allah como el creador, sustentador y restaurador del mundo y la voluntad de su dios se conoce a través del Corán (Merriam- Webster’s, 1999). 
E.     
      Neo paganismo

Adoran diferentes deidades y sus rituales dependen de los cambios en las estaciones. Por lo general adoran a sus dioses en lugares abiertos cerca de la naturaleza (National Geographic, 2011).
F.         
       Rastafarianismo

Es un movimiento nuevo que emergió en Jamaica alrededor de 1930. Haile Selassie fue visto por sus seguidores como un dios. Parte de sus rituales implican fumar marihuana y escuchar música. Bob Marley fue ampliamente conocido por expandir la popularidad del movimiento rastarfari en la década de los 70 (National Geographic, 2011).

G.   Confucianismo

    El confucianismo es un estilo de vida propagado por Confucio entre los siglos V y VI BCE, seguido por los chinos por más de dos milenios. El confucianismo reemergió en el siglo XIX como fuerza intelectual  (Merriam- Webster’s, 1999). 
H.        
     Hinduismo

    Las creencias y las practicas del hinduismo se manifiestan con una serie de características doctrinales, rituales y sociales diversas. Para los practicantes del hinduismo, el mismo no es una religión sino un estilo de vida y una de las más grandes virtudes que puede tener un ser humano es la tolerancia (Merriam- Webster’s, 1999). 
I.       
     Rosacruces

Este movimiento toma su nombre del símbolo de la rosa con la cruz, es una mezcla de alquimia y misticismo que ha atraído a muchos seguidores. Ellos piensan que poseen algunos conocimientos secretos que han sido transmitidos generación a generación (National Geographic, 2011).
En fin, existe una gran gamma de creencias en el mundo y a través de la historia han salido a la luz un sinnúmero de religiones. Pero, entre todas ellas, ¿cuál es la verdadera? Sé que cada quien defenderá su doctrina o creencia, aquellos que son politeístas defenderán el politeísmo, los monoteístas, por su parte, apoyaran el monoteísmo. Pero yo, en lo personal, me inclino al monoteísmo, siguiendo al Dios de Abraham, Isaac y Jacob.

III.           ¿Cuál es la visión verdadera?

En mi opinión, la visión verdadera fue aquella que tuvieron los padres de la fe. No me refiero a los padres de la iglesia, Agustín de Hipona, Ambrosio de Milán o Juan Crisóstomo, entre otros, sino a los padres de la fe judía, Abraham, Isaac y Jacob.
A.     
       La fe de Abraham, Isaac, y Jacob
Abraham, Isaac y Jacob traen a nuestra memoria no sólo pasajes bíblicos llenos de enseñanzas y vivencias, sino también el recuerdo de la esperanza que albergaba en ellos. Porque tanto ellos como nosotros, tenemos algo en común, confiamos  en el mismo Creador de los cielos y la tierra.  Por lo tanto, debemos seguir el ejemplo de ellos en fe y obediencia, porque de ello depende que alcancemos las promesas que nos han sido dadas.
B
      La instrucción del Padre

El Universo obedece las leyes establecidas por el Creador. Y así como hay leyes para el sol, la luna, y las estrellas, entre otros, también hay leyes para el hombre. El fin de esas leyes es que el hombre viva. Y ésta es otra de las visiones verdaderas para el hombre. 


Porque somos justificados, perdonados, y salvos por el sacrificio del Mesías, pero su padecimiento y resurrección fueron el inicio de un camino; el cual nosotros debemos recorrer con obediencia y fe. En otras palabras, debemos respetar la instrucción del Padre y tener plena seguridad de que lo que Él dice en su Palabra es real, y se cumple en nuestras vidas. Porque su instrucción nos dice “Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal” (Deuteronomio 30:15). Y por otra parte, el Maestro nos dice “…el que me ama, mi palabra guardará…” (Juan 14:23).

IV.           Nuestra visión en la actualidad
          Nuestra manera de ver el mundo en la actualidad ha dependido de las enseñanzas que nos ha trasmitido la historia. Y ésta última, nos muestra imágenes muy variadas acerca de muchos de los acontecimientos ocurridos a lo largo de la misma. En otras palabras, lastimosamente, la historia nos ha presentado imágenes distorsionadas de la realidad y se ha hecho trasmisora de un legado desfigurado de muchos de nuestros antepasados. Sin embargo, gracias al Poder y la misericordia del Eterno, siempre ha habido una luz que ilumina nuestro camino, una antorcha que brilla en la oscuridad, y una lámpara que nos da luz en las tinieblas, la Instrucción del Padre. 

Muchos de nosotros teníamos un velo antes de conocer la instrucción del Eterno. Así que, hacíamos lo que bien nos parecía, y andábamos como pensábamos que nos convenía. Pero teniendo el conocimiento del Mesías, parte de éste velo se cayó. Por lo tanto, comenzamos a caminar obedeciendo a aquel que nos llamó y nos salvó por su gracia, pero parte del velo todavía estaba en nosotros. 

Agradándole al Padre el hecho de mostrarnos su verdad, parte de ése velo que nos queda continua cayéndose. Porque todos los días tenemos nuevas revelaciones, nuevas enseñas, nuevos aprendizajes, gracias al Padre, pero como dice la Escritura, “ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido” (1 Corintios 13:12). 

Nuestra visión en la actualidad depende en parte de nuestra consagración y deseo de buscar el rostro del Eterno ya que sin Él nada podemos hacer y nada podemos saber. Además, de su boca viene la sabiduría y Él es quien nos concede el conocimiento de su verdad. Por estas razones, para poder tener un conocimiento integral de su Palabra debemos buscarlo primeramente a Él, porque de Él depende nuestra manera de observar el mundo que nos rodea. 

A. Sirviendo al Mesías de Israel

La promesa de un redentor fue cumplida hace más de dos mil años. El Maestro no sólo vino por el pueblo escogido por el Padre, Israel, sino por todos aquellos, nosotros los gentiles, que le seguimos. De esta manera, podemos decir confiadamente que el Eterno en nuestra esperanza y tenemos que servirle con amor y reverencia. 
Hay elementos básicos que nos ayudan a sujetarnos a la voluntad del Padre. Primero, la lectura de su Palabra diariamente. Segundo, la meditación y el estudio de la misma. Tercero, la oración. Luego, el deseo de querer obedecerle y servirle solo a Él.

Conclusión

En fin, aunque existen muchas creencias y la historia nos ha sido contada de diversas maneras, podemos resumir que nuestra visión en la actualidad depende del Padre Eterno, ya que Él es quien revela los misterios de los siglos. Él es quien nos puede ayudar a tener una cosmovisión clara acerca del mundo que nos rodea. Nosotros, por nuestra parte, debemos albergar la voluntad de servirle, conocerle, amarle y respetarle porque de esta manera, Él nos ayudará a discernir entre el bien y mal y a conocer las maravillas de su verdad. 


Bibliografía
1.     National Geographic (2011). Concise History of World Religions. Washington: Brown Reference Group.
2. Merriam Webster’s (1999). Encyclopedia of World Religions. USA: Merriam Webster’s, Incorporated.
3. Word Reference (2014). Online Language Dictionaries.
4. Grintz, J. (1960). Hebrew as the Spoken and Written Language in the Last Days of the Second Temple. Recuperado de
http://www.jstor.org/discover/10.2307/3264497?uid=3739696&uid=2&uid=4&uid=3739256&sid=21104725935771
5. Trebilco, P. (2012). Self-designations and Group Identity in the New Testament. Recuperado de
http://books.google.com/books?id=eClpyHjVJg0C&pg=PA295&lpg=PA295&dq=outsiders+called+christians+first+century&source=bl&ots=BKqSbvSFGP&sig=897FphSy5e-XaLmA82Jt5SW7X4M&hl=en&sa=X&ei=7bFWVPn2I8TbsAT0xIKQDA&ved=0CB4Q6AEwAA#v=onepage&q=outsiders%20called%20christians%20first%20century&f=false

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