Es probable que todos conozcamos la palabra “Aleluya,” pero ¿sabemos su significado? Muchos la traducen como una alabanza al Eterno. Esta palabra está compuesta por las palabras hebreas Hallel y Yah que es parte del nombre Sagrado del Creador, conocido también como el Tetragrammaton.
Aquí vemos la palabra Aleluya en lenguaje pictográfico o escritura proto-sinaítica. También la vemos en hebreo. Es maravilloso apreciar la escritura antigua, en la que aparece como un hombre con sus manos levantadas que es una forma de alabanza y representa a la letra hebrea ה
En el libro de los Salmos y en las Escrituras se repite de forma constante la importancia de orar y alabar con las manos hacia el cielo. También, por ejemplo, las Escrituras narran que Amalek peleó contra Israel y Moisés subió a la colina y levantó su mano. Mientras Moisés levantaba su mano, Israel prevalecía, pero cuando bajaba su mano, prevalecía Amalek.
También narra la historia que las manos de Moises se cansaron tanto que Aaron y Hur lo ayudaron y sostenían sus manos (Éxodo 8-13). La traducción en español nos dice lo siguiente:
“Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol” (Éxodo 8:12).
La traducción en inglés dice “...so he was with his hands in faith until sunset” (The Complete Jewish Bible, Exodo 8:12). En español nos dice en la última parte del versículo “...así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol,” pero en hebreo aparece en esta parte la palabra emuná que se traduce como fe y tiene un significado más profundo. La traducción en inglés menciona la palabra “faith.” Según los comentarios de Rashi, Moisés estaba con sus manos levantadas hacia el cielo con emuná o fe, orando, y así prevalecieron. La escritura antigua nos da un hermoso ejemplo a seguir. Oremos, alabemos y agradezcamos al Rey del Universo con las manos levantadas hacia el cielo. ¡Aleluya!
“Así te bendeciré mientras viva, en tu nombre alzaré mis manos” (Salmos 63:4). Aleluya.